Los países latinoamericanos lideran la industria minera a nivel mundial rumbo a la transición energética.
En este sentido, la empresa coloca a Chile, a Perú y a México en la cima de la producción de plata, oro, hierro y cobre; con base en distintos estudios referentes al sector minero en todo el orbe. Uno de estos es la encuesta de Frase Institute de 2029, Survey of mining companies, la cual sitúa a Chile como el mayor productor global de cobre, con 5.60 millones de toneladas; seguido de Perú con 2.40 millones de toneladas, y finalmente México, con 770 mil toneladas.
Para el tema de la plata, México es el productor número uno en el mundo, con 6 mil 300 toneladas anuales. En tanto, el país se incluye también en el top ten mundial en cuanto a la producción de oro; superando a países como Brasil y Argentina.
No obstante, el sector minero se ha visto comprometido durante la época reciente en la región; ya sea por la falta de inversiones.
Industria clave para la transición energética
El informe del Grupo Banco Mundial de mayo de 2020, señala que la creciente demanda de energías limpias, puede incrementar la producción de cobalto y de litio hasta en un 500% hacia 2050 a nivel mundial. Por ende, a estos metales se les está denominando como los “metales del futuro”, inclusive superando al oro como prioridad en extracción.
De esta manera, los países con grandes reservas en estos minerales tienen hoy la gran posibilidad de desarrollo económico a partir de dichos recursos naturales. Al respecto, la región conocida como el “triángulo del litio”, que comprende a Chile, Bolivia y Argentina, es hoy el mayor hub de este mineral para la industria de baterías de almacenamiento energético, así como de los vehículos eléctricos.
El informe del Panorama del Litio en América Latina 2022 de Celag, la región posee las mayores reservas del mineral en el mundo. Así, Bolivia, Argentina, Chile, México y Perú tienen el 67% de las reservas mundiales, con 21 millones de toneladas, 19.3, 9.6, 1.7 y 1.8 respectivamente.
Por ende, dichos países necesitan trabajar en las regulaciones pertinentes que les permitan la extracción del mineral para su tratamiento y comercialización; sin olvidar la procura de los trabajadores que se encarguen de explotar las minas, con equipos de protección especializados en seguridad minera.