Se realizó en Santo Domingo el primer taller consultivo del proyecto para la “Evaluación Económica de la Descarbonización del Sector Eléctrico en la República Dominicana”, una actividad coordinada por el Ministerio de Energía y Minas y el Consejo Nacional para el Cambio Climático y Mecanismo de Desarrollo Limpio, con apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
El taller tuvo como objetivo el intercambio de ideas y experiencias en torno a los principales desafíos para establecer una estrategia a corto, mediano y largo plazo para el proceso de descarbonización del sector eléctrico dominicano, incluyendo un análisis robusto para la toma de decisión informada para el cierre planificado de las plantas a carbón identificadas por el Gobierno para una transición justa.
Al dar las palabras de apertura del taller, el ministro de Energía y Minas, Antonio Almonte, indicó que para seguir avanzando en la descarbonización del sector eléctrico, el Gobierno dominicano está discutiendo una estrategia que acelerará aún más el proceso de instalación de proyectos de energía de fuentes renovables, basados en sol y viento, a los fines de cumplir con los objetivos de que un 30 por ciento de su demanda energética sea suministrada por fuentes de energías renovables, de cara al 2030.
“El objetivo principal es desplazar de la matriz de generación la mayor cantidad de consumo de combustibles fósiles incentivando la instalación de proyectos renovables para descarbonizar el sector”, expuso el ingeniero Almonte durante su intervención en el taller que busca crear una ruta para descarbonizar el sector eléctrico dominicano.
Sostuvo que otro de los retos del Estado dominicano para descarbonizar el sistema es mediante la eficiencia energética, cuya iniciativa será anunciada por radio y televisión para que la población haga uso razonable y eficiente de la electricidad.
De su lado, el vicepresidente ejecutivo del Consejo Nacional para el Cambio Climático, Max Puig, aseguró que la transición energética no puede esperar más y que la situación geopolítica mundial actual obliga a acelerar el paso en la descarbonización de la generación eléctrica, que es parte esencial de ese proceso.
“De lo que se trata ahora es de conducir ese proceso de descarbonización de la manera más adecuada y que se desarrolle en un marco que genere seguridad y confianza, de manera gradual, basado en estudios y análisis lo más objetivos y rigurosos posible y sobre los pilares de la transparencia y la institucionalidad, haciendo el mayor esfuerzo por garantizar una transición justa en términos socioeconómicos”, dijo.
Mientras que, el jefe de Operaciones del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Gilles Damais, afirmó que ese organismo se compromete con las reformas e inversiones necesarias para esta ambiciosa transición energética y climática a fin de descarbonizar el planeta.
“Junto con el Gobierno estamos desarrollando este estudio sobre la Evaluación Económica de la Descarbonización del Sector Eléctrico en la República Dominicana, buscando brindar insumos para la transición energética del país, evaluando opciones para descarbonizar el sistema eléctrico dominicano” explicó Damais.
Después de las intervenciones fue presentado el estudio “Evaluación Económica de la Descarbonización del Sector Eléctrico en la República Dominicana” por parte de los señores Jairo Quirós y Ricardo Javier Bustos.
El informe indica que República Dominicana se encuentra en una fase de transición en su matriz energética hacia sistemas descarbonizados que permitan reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero, reducir los costos de la electricidad, y brindar mayor continuidad y abastecimiento de la energía.
Mediante este proyecto se busca brindar insumos complementarios para la transición energética del país evaluando opciones para descarbonizar el sistema eléctrico, estudiando los costos, beneficios y riesgos para el mercado, e identificando alternativas tecnológicas, inversiones, acciones de política y reformas para una transición efectiva enfocada en acompañar la Estrategia de Largo Plazo (LTS).
Establece además que la generación de energía en el país es altamente dependiente de combustibles fósiles (83% en 2021) y la tarifa eléctrica al usuario final está subsidiada de manera insostenible por el Estado, alcanzando más de US$ 1,000 millones en 2021. De igual forma, el alza vertiginosa de los precios del petróleo para el transporte se ha convertido en un peso insostenible para el presupuesto del país.
En este sentido dice que, además de responder a la emergencia que causa la inflación y evitar que la coyuntura actual afecte drásticamente a la población y las empresas y ponga en peligro la excepcional recuperación económica postpandemia, dejar de depender de las energías fósiles y reducir la exposición a la volatilidad de estas materias primas es del interés económico de la República Dominicana.
Como se establece en su Visión 2025, el Grupo BID apoya las reformas e inversiones necesarias para la transición energética y acción climática contribuyendo con asistencia técnica y financiamiento.