
Lamentablemente las nuevas tecnologías muchas veces se pierden en las manos equivocadas y en el caso de un país tan corrupto como Colombia esto debe ser vigilado un poco más de cerca. Hoy hablaremos de las aplicaciones que ofrecen a través de las redes sociales “prestamos” fáciles y rápidos para personas reportadas y les contaremos la experiencia con la que pusimos a prueba llamada Profinapp, la cual se declara como una “fintech” y su nombre en el market es solamente Profin. Lo interesante es que este tipo de aplicaciones está tomando fuerza en todo el continente.
En Colombia sobrevivir está muy difícil, los precios son más caros que en Noruega o New York, pero el salario es paupérrimo, uno de los más bajos del planeta, el peso colombiano fue la moneda más devaluada en estos años y sencillamente la capacidad de adquisición de los colombianos es nula, cada día más y más personas se endeudan y a veces es solamente para hacer un mercado. De hecho, Colombia ha llegado a niveles tan preocupantes que en días pasados arrestaron a una anciana por robar tres libras de harina que necesitaba para dar de comer a su familia, pero a la política que desapareció setenta mil millones de pesos ni siquiera la investigaron. En Colombia la gente que trabaja vive en constante necesidad, siempre hay “algo por pagar” mientras muchos corruptos saquean el erario público o hacen negocios deshonestos, esto siempre ha sido así, pero con la devaluación hasta una libra de papas o un queso ahora son artículos de lujo.
Es por eso que muchos colombianos desesperados han buscado créditos que no provengan de los bancos, ya que para que un banco preste hay que demostrar que no se necesita el dinero y entonces se han encontrado con un nicho de salvación en estas aplicaciones que ofrecen créditos para personas que no cumplen los requisitos financieros.
Vimos muchos nombres, generalmente aparecen en el feed de Instagram o Facebook, así que decidimos probar una al azar y la elegida fue Profin.
El proceso de aplicación es relativamente sencillo pero no cumplen con lo que dicen, usted se registra con su foto y cédula y coloca el monto que quiere pedir prestado, en nuestro caso pedimos $1.200.000 pesos como prometía su publicidad, pero no era cierto, al momento de aprobar el primer crédito no llamaron a las referencias y en cuestión de 30 minutos ya estaba “aprobado” y decían que el dinero estaba en camino, claro que solo aprobaron 100.000 pesos, es decir alrededor de 25 dólares, lo cierto es que la persona que solicitó el crédito esta reportada en Datacrédito.
Otra cosa, en la publicidad dice que por un millón de pesos el interés que se paga es muy poco lo cual tampoco es cierto, usted termina pagando más del 30% en intereses con plazos de apenas una semana o quince días, entonces la primera conclusión grave a la que podemos llegar es que su publicidad es engañosa.
Segundo, este es un delito que se llama USURA y según el código penal en el artículo 305, indica que "el que recibe o cobre una utilidad o ventaja que exceda en la mitad del interés bancario de acuerdo al periodo correspondiente incurrirá en una pena de prisión de 32 a 90 meses", es decir de 2 años y medio a más de 7 años.
Para el momento en que se iba a vencer el plazo de una semana para pagar, comenzó el acoso, dos días antes de la fecha de vencimiento, llamadas incesantes al número celular, no cesaban los mensajes agresivos, sin embargo, esperamos al día de vencimiento y pagamos. A los pocos minutos nos enviaron un mensaje en el que nos informaban que ya podíamos solicitar otro crédito.
Así fuimos solicitando cada semana o cada quince días un crédito bajo la promesa que podíamos ir subiendo la cantidad por buen comportamiento de pago hasta alcanzar el 1.500.000 que queríamos al inicio, pero después de cinco prestamos, la cantidad a la que podíamos acceder era de maso menos 280.000 pesos para pagar casi 100.000 pesos de intereses a los quince días, decidimos que a este ritmo alcanzar el préstamo que queríamos no sería posible ahora había que probar los métodos de cobro si nos atrasábamos.
Dejamos que pasara la fecha de cobro y cuál sería nuestra sorpresa que los mensajes se tornaron aún más agresivos, a cada persona le asignan un “asesor” que en nuestro caso era un hombre llamado David Cruz, lo primero que hizo a los dos días de la fecha de vencimiento fue llamar a una de las referencias la cual le “informó” que quien solicitó el préstamo estaba enfermo con la nueva variante de Covid y que tenía incapacidad por una semana, lo cual no le importó al asesor y siguió enviando al menos 60 o 70 mensajes diarios y realizando al menos la misma cantidad de llamadas a los celulares.
Al tercer día del vencimiento respondimos uno de los mensajes, solamente para encontrarnos con un cobrador agresivo, que al mejor estilo de la mafia arremetió contra el deudor, su familia, y amenazó a las referencia, cuestionó la posición económica de la persona que realizó el préstamo e incluso cuestionó la salud mental y la vida personal pasando por encima no solo de los derechos fundamentales sino de las leyes, para resumir nos encontramos con un sicario del teléfono que usaba el terrorismo, el chantaje y los insultos para cobrar.
Reproducimos en este reportaje los pantallazos de los insultos y amenazas del cobrador David Cruz de Profinapp. Consultamos a un abogado especialista Enel tema el cual nos dice:
“Lo que se está generando a través de las aplicaciones de préstamos de dinero es que los agiotistas están disfrazando su práctica a través de aplicaciones “legales” y posteriormente realizan actividades de cobro coercitivo que rayan en la amenaza, lo cual está tipificado por el código penal como delitos. Este sistema de cobro no es legal, aunque la aplicación esté disfrazada de legalidad.
En ese orden, la app si bien es cierte tiene un fundamento legal que es “préstamo de dinero” y deben tener permisos por parte de la superintendencia financiera, lo que sucede realmente es que disfrazan el agiotismo en esto.
Para confirmar vemos que los cobradores usualmente usan las mismas tácticas de cobro que los gota a gota.”
La aplicación respondió nuestra queja con una carta en donde decían que lamentaban el inconveniente y que el funcionario había sido destituido, pero en ningún momento ofrecían una solución al inconveniente.
Les recordamos a los deudores que existen varios mecanismos de defensa ante estos abusos, por ejemplo, los expuestos en https://www.asuntoslegales.com.co/actualidad/como-blindarse-ante-abusos-de-las-casas-de-cobranza-2040376
Por lo tanto, las acciones de esta aplicación constituyen un delito que se puede castigar con sanciones, cárcel y el cerramiento de las actividades. Si usted es víctima de este tipo de cobros abusivos, debe tomar pantallazos o grabar las amenazas y remitirla a la Fiscalía General de la Nación la cuál investigará el caso, también puede presentar una queja ante el Defensor del Consumidor Financiero o la Superintendencia Financiera de Colombia. Por lo pronto revise muy bien los acuerdos de estas aplicaciones para no tener malos ratos o inconvenientes después, a veces es mejor acudir a los bancos u otras alternativas que a estas soluciones “milagrosas” que resultan ser peligrosas.
@felipeszarruk
Columnista Hispanic Digital Network
Fundación LA ROCK Subterránica
