Es innecesario decir que la MAPE es de gran importancia para obtener minerales y materiales geológicos valiosos que se convierten en productos que usamos a diario. Esto incluye, por ejemplo, joyería, dispositivos electrónicos, tecnología y automóviles. Como tal, la MAPE influye a cualquier empresa cuyos productos o procesos de producción dependen de esta amplia gama de materiales en algún lugar de su cadena de valor.
La estructura de la cadena de valor global dentro del sector ilustra, claramente, la alta dependencia de consumidores occidentales de minerales extraídos en los llamados países en desarrollo de África, Asia, Oceana y Central y Sudamérica.
La MAPE no solo es relevante para las empresas y los países que obtienen los minerales, sino que es una fuente importante de ingresos para muchas personas que viven en la pobreza. Asegura la existencia de más de 150 millones de personas en más de 120 países en comparación con alrededor de 7 millones de personas que trabajan en minería industrial en todo el mundo.
Mientras que la MAPE es una actividad legal en muchos lugares, con frecuencia está vinculada a la economía informal y considerada como una actividad ilegal. En muchos casos, las operaciones tienen lugar en espacios de “difícil acceso, y en regiones donde la presencia institucional del gobierno es débil”. Esto da como resultado un entorno en el que ocurren los principales problemas de vulneración de derechos humanos. Desde la extracción de minerales hasta la entrada en la cadena de valor de las empresas involucra a varios actores provisionales que no siempre actúan de acuerdo con la ley.
Por lo tanto, la probabilidad de que las empresas que dependen de productos mineros estén involucradas en violaciones a derechos humanos que ocurren en la MAPE son bastante altas. Asimismo, los minerales y las piedras preciosas extraídos de la MAPE no son, en muchos casos, registrados y esto hace que fácilmente pasen al contrabando, de las fronteras nacionales al mercado internacional. De esta manera, los minerales no registrados entran en la cadena de valor de muchas compañías que no son conscientes de su costo real.
En conjunto, el principal problema para las empresas que dependen o están conectadas a la MAPE es la falta de transparencia y visibilidad en las cadenas de suministro. Esto se origina en la falta de procesos de debida diligencia de derechos humanos dentro de estrategias corporativas y operaciones.
Desafíos de los derechos humanos
Existen varios desafíos relacionado con los derechos humanos dentro del sector. El documento proporciona una visión general compacta de la mayoría de los desafíos dentro de la MAPE:
Informalidad: Uno de los principales desafíos de derechos humanos dentro del sector es la informalidad que obliga a los mineros y mineras a aceptar malas condiciones de trabajo, exponiéndose a riesgos conocidos, relacionados con la salud. Sin registro legal, los trabajadores/as no pueden negociar salarios, horas de trabajo y problemas de salud y seguridad. En el caso de lesiones ocupacionales y muertes, ni los trabajadores ni sus familias tienen acceso a remedios. Están excluidos de la protección legal, beneficios sociales y apoyo.
Salud y seguridad laboral: Los impactos de la MAPE en la salud, son bien reconocidos y continúan presentando desafíos: entornos de trabajo adversos a largo plazo, como excavaciones y otras tareas de extracción, y alta exposición a productos químicos tóxicos, por lo cual el mercurio, posteriormente deteriora la salud de los trabajadores y provoca enfermedades crónicas en los sistemas respiratorio, nervioso y digestivo.
Trabajo forzoso: Desafortunadamente, la MAPE a menudo implica trabajo forzado: Debido a la complejidad de las condiciones de la esclavitud moderna y la diversidad del sector de la MAPE, las estadísticas mundiales sobre trabajo forzoso carecen de adecuación, pero se informa que se encuentran en todas las regiones geográficas donde la MAPE se lleva a cabo.
Violencia sistémica: El crimen y la violencia prevalecen en todo el sector: las operaciones mineras peligrosas ponen en peligro las comunidades locales, como grupos rebeldes y actores políticos extienden la violencia más allá de los mineros/as. En muchos casos, las comunidades han sido objeto de reubicación forzada, impuestos ilegales, amenazas e intimidación.
Trabajo infantil: A pesar de las convenciones internacionales circuladas y ratificadas a nivel mundial sobre la prohibición del trabajo infantil, los niños/as todavía están, en gran medida, involucrados en los sitios mineros. La niñez que trabaja en MAPE realiza actividades similares a las de los adultos, exponiéndose al riesgo de explosiones y caída de rocas. Cavan minerales, trituran molinos, cargan piedras pesadas y bolsas de lodo en sus espaldas y cabezas, y procesan el mineral de oro con mercurio.
Degradación ambiental: La degradación ambiental vinculada a la MAPE presenta importantes desafíos de derechos humanos: Las minas artesanales y de pequeña escala generalmente no tienen licencias para realizar prácticas de extracción, lo que a menudo resulta en impactos destructivos sobre el medio ambiente. Las prácticas de extracción destruyen la vegetación, hábitats de animales y la capa superior y cultivable del suelo. En consecuencia, esto exacerba la escala de pobreza y hambre.
Por qué es necesaria la acción empresarial
Las empresas se enfrentan a las expectativas de los clientes e inversores, por un lado, y a la falta de estabilidad política, por otro lado. No pueden reemplazar las responsabilidades estatales para proteger los derechos humanos, pero deben asegurarse que los derechos humanos sean respetados en sus operaciones, incluso en circunstancias difíciles. La responsabilidad de las empresas está claramente establecida en los Principios Rectores de las Naciones Unidas sobre Empresas y Derechos Humanos (UNGP, por las siglas en inglés) y han sido reflejadas en varias legislaciones nacionales (para más información, vea la página 8 del artículo completo).
