La Federación Dominicana de Cámaras de Comercio destacó el informe más reciente del Banco Central de la República Dominicana, el cual destaca la actividad económica y los sectores de mayor auge durante el periodo enero noviembre 2022. El informe resalta la capacidad de resiliencia de la economía, lo que ha permitido que “el indicador mensual de actividad económica (IMAE) registró un crecimiento acumulado de 5.0% en enero-noviembre de 2022, al comparar con el mismo periodo del año anterior”.
Esta tendencia prevé una proyección del PIB en torno al 5.0% para el cierre del año, indica, además, que este crecimiento se estaría logrando en un contexto internacional adverso, que el PIB nominal alcanzaría unos US$113,000 millones, y que, la deuda del sector público consolidado finalice por debajo del 60% del PIB.
La Federación empresarial valora el desempeño del sector comercio que refleja un 5.5% de crecimiento, el que, junto a los sectores de mayor expansión, como hoteles, bares y restaurantes (25.2%), salud (11.0%), otras actividades de servicios (8.3%), han permitido que la desocupación abierta se redujera en 3.2 puntos porcentuales, en el periodo indicado.
La entidad que agrupa las Cámaras de Comercio, presidida por Carlos Iglesias en representación de la Cámara de Comercio y Producción de Santiago, expresa que, otros sectores, como construcción, agropecuaria, servicios financieros, también han crecido, para completar el entorno de diversidad que caracteriza a la economía dominicana.
“El comercio es pilar de la actividad económica, y junto a la estabilidad, permite la creación de nuevos emprendimientos que provean los puestos de trabajo para una economía en expansión”, indica la nota. Continúa destacando que “estas actividades se complementan de manera importante con las exportaciones, las remesas y la inversión extranjera directa para proveer la generación de divisas que requiere nuestro país”.
FEDOCÁMARAS hizo énfasis en el comportamiento positivo del turismo y de las zonas francas, todo lo que condujo a la reciente mejora de la calificación de la República Dominicana de BB- a BB, por Standard & Poor. Finalmente, aboga por mantener el clima de estabilidad y de transparencia en las actividades comerciales, combatiendo la competencia desleal y cumpliendo con todas las regulaciones laborales y tributarias.
