Un nuevo informe de Ember revela que en 2020 se produjo una caída récord en la generación de carbón en el mundo –salvo en China– impulsada por la resiliencia de las energías solar y eólica. Pero esto solo ha sido posible porque la pandemia puso en pausa la creciente demanda mundial de electricidad. De hecho, desde 2015, el aumento de la demanda global de electricidad ha sido superior a la generada de forma limpia, lo que ha hecho que las emisiones del sector eléctrico mundial seguían siendo más altas en 2020 que hace cinco años.
La investigación del think-tank de energía revela que la electricidad generada por los nuevos aerogeneradores y paneles solares en 2020 (+315 TWh) contribuyó a forzar una caída récord de la energía del carbón en el mundo (-346 TWh). Sin embargo, Dave Jones, responsable global de Ember, avisa que hay que ir mucho más allá: «A medida que la demanda de electricidad se reanuda y aumenta, el mundo tendrá que hacer mucho más para garantizar que el carbón siga cayendo», afirma. «El uso del carbón ya está aumentando este año en China, India y EEUU, así que el gran salto aún no ha llegado».
Datos más relevantes
El informe Global Electricity Review, publicado hoy, analiza los datos sobre electricidad de todos los países del mundo, ofreciendo una visión precisa de la transición eléctrica mundial en 2020. Entre otros datos, revela que la pandemia frenó la creciente demanda mundial de electricidad, aunque ligeramente: -0,1%. Aún así, esta es la primera caída desde 2009.
La eólica y la solar mostraron un crecimiento resistente a pesar de la pandemia, con un aumento del 15% en 2020, que es más que toda la producción anual de electricidad del Reino Unido. Estas dos tecnologías suministran ya casi el 10% de la electricidad mundial, lo que se refleja en muchos países del G20, como India (9%), China (9,5%), Japón (10%), Brasil (11%), Estados Unidos (12%) y Turquía (12%). A la cabeza mundial se sitúa Europa, con ratios por encima del 30% (Enver destaca a Alemania) lo que permite confiar en que la eólica y la solar pueden construirse e integrarse rápidamente en el sistema eléctrico.
Este crecimiento de la eólica y la solar contribuyó a que la energía del carbón registrara una caída récord del 4% (-346 TWh). Sin embargo los modelos de la Agencia Internacional de la Energía muestran que la energía del carbón debe descender un 14% cada año para que el mundo se mantenga en la senda de las emisiones netas cero en 2050. A medida que el crecimiento de la demanda de electricidad vuelva a aumentar, la energía eólica y la solar tendrán que acelerar de forma significativa para garantizar que el carbón siga cayendo.
China y el carbón
El informe pone también de relieve que China ha conseguido aumentar el acceso a la electricidad. La demanda per cápita está ahora por encima del Reino Unido e Italia y la mitad del aumento de dicha demanda desde 2015 se está cubriendo con fuentes limpias; sin embargo, en 2020 el 39% se cubrió con carbón lo que convierte a este país en el único país del G20 que experimentó un gran aumento en la generación de carbón el año pasado.
Los cuatro mayores países generadores de carbón, después de China, vieron disminuir la potencia del carbón en 2020: India (-5%), Estados Unidos (-20%), Japón (-1%) y Corea del Sur (-13%). El año pasado, China fue responsable de más de la mitad (53%) de la electricidad de carbón del mundo.
Enver alerta, asimismo, de que las emisiones del sector eléctrico fueron alrededor de un 2% más altas en el año de la pandemia que en 2015, cuando se firmó el Acuerdo de París. La explicación está en que la demanda de electricidad ha aumentado un 11% (+2.536 TWh) desde 2015, por encima de la capacidad de generación de electricidad limpia, que en en este periodo experimentó un crecimiento de 2107 TWh. También ha aumentado la generación con gas, en concreto un 11% (+562 TWh).
«La energía del carbón debe reducirse en un 80% de aquí a 2030 para evitar niveles peligrosos de calentamiento por encima de 1,5 grados. Tenemos que construir suficiente electricidad limpia para sustituir el carbón y electrificar la economía mundial simultáneamente. Los líderes mundiales aún no están conscientes de la enormidad del desafío», dice Jones.
Muyi Yang, analista principal de Ember, añade: «China sigue luchando por frenar el crecimiento de la generación de carbón, pero el rápido aumento de la demanda de electricidad está disparando la potencia del carbón y las emisiones. Un crecimiento más sostenible de la demanda permitiría al país eliminar gradualmente su gran flota de carbón, especialmente las unidades menos eficientes, y daría mayores oportunidades al país para alcanzar sus aspiraciones climáticas.»