A medida que se acelera la digitalización, los rezagados preocupados por la gestión del cambio y los costes de integración podrían quedarse atrás.
Históricamente, las empresas mineras consideraban la implantación de tecnología avanzada como un complemento opcional, que sólo se tenía en cuenta si se disponía de presupuesto durante los años de bonanza entre el auge y la caída de las materias primas. A menudo se consideraba que las tecnologías de gama alta eran demasiado caras, complicadas o no lo suficientemente avanzadas. Además, durante muchos años el sector minero fue fundamentalmente reacio al riesgo, y las empresas solían mostrarse reacias a adoptar nuevas tecnologías que consideraban no probadas.
Sin embargo, cada vez se es más consciente de que este tipo de actitudes en torno a la tecnología y la transformación ya no son viables. Con el tiempo, todo el sector se ha dado cuenta de que la tecnología puede ser una fuente real de diferenciación competitiva. El cambio es cada vez más un imperativo empresarial.
Múltiples factores están confluyendo para hacer posible este cambio. En primer lugar, el coste de las nuevas tecnologías ha ido disminuyendo, mientras que su disponibilidad ha aumentado. Esto ha hecho que a las empresas mineras les resulte más asequible y fácil adoptar nuevas tecnologías. Además, la industria minera es cada vez más experta en tecnología. Los ingenieros están más abiertos a utilizar las nuevas tecnologías en el lugar de trabajo. Esto ha creado una demanda de adopción de nuevos procesos y sistemas.
Una cartera cada vez más amplia
Los últimos avances han hecho posible el desarrollo de equipos de minería más fáciles de usar y asequibles, capaces de recopilar datos de una mayor variedad de lugares y con más detalle que antes. Además, ahora se dispone de programas informáticos que permiten procesar y analizar los datos mineros, mejorando así la seguridad, la eficacia y la productividad.
La última generación de historiadores de datos es un buen ejemplo. Con la enorme cantidad de información que generan actualmente los equipos de escaneado, el hardware de supervisión y las tecnologías de automatización, es esencial garantizar la integridad de los datos. En el sector minero, la tecnología de integración puede conectar todas las partes móviles de una explotación minera para enlazar los sistemas de planificación, los sistemas de gestión de flotas, los sistemas de movimiento y seguimiento de materiales, la trituración, el cribado y el procesamiento, así como otras partes de la cadena de valor posterior.
Aprovechar los datos de este modo para acelerar la obtención de información e impulsar la eficiencia es una de las formas en que la tecnología añade valor a la minería. Otra es la gestión del rendimiento de los activos (APM). Este último enfoque se basa en el mantenimiento prescriptivo para mantener los sistemas mineros en funcionamiento en todo momento. En el contexto de la minería, las soluciones de mantenimiento prescriptivo utilizan agentes de aprendizaje automático para predecir los fallos de los equipos basándose en una serie de indicadores extraídos de sensores en tiempo real. A partir de ahí, también pueden prescribir cambios en el comportamiento y el uso de los equipos que eliminen por completo los fallos detectados.
La resolución de los problemas de inactividad de los equipos aumenta la seguridad al minimizar los fallos de los equipos sobre el terreno y eliminar las actividades de mantenimiento no planificadas y los riesgos de seguridad que conllevan. También aumenta la productividad, porque los ingenieros de planificación minera ya no tienen que rehacer sus programas para ajustar los objetivos de producción y programación no alcanzados, lo que puede llevar mucho tiempo.
El papel clave del control avanzado de procesos
Garantizar el máximo valor del mineral extraído puede tener un impacto sustancial en la productividad de una mina. Las soluciones de control de procesos pueden optimizar continuamente las operaciones de procesamiento en presencia de perturbaciones y condiciones que cambian con frecuencia. Las soluciones APC inteligentes pueden optimizar los circuitos de trituración, ayudar con el uso de reactivos, como el control de la concentración de cianuro o la dosificación de cal para regular los niveles de pH, gestionar plantas completas de flotación por espuma para conseguir aumentos de puntos porcentuales en las recuperaciones y mucho más.
Las tecnologías de las que hemos hablado anteriormente están ayudando hoy a impulsar la transformación digital y también a sentar las bases de la mina inteligente del futuro. La primera etapa consiste en recopilar datos; la segunda implica aplicar una conectividad mejorada a través de la tecnología y los sensores del Internet de las Cosas (IoT), junto con análisis avanzados y capacidades de procesamiento, para empezar a desarrollar minas inteligentes.
La creación de minas inteligentes ayuda a minimizar los costes operativos, que es una de las mayores ventajas de digitalizar una empresa lo antes posible.
Las minas conectadas permiten a las organizaciones mineras optimizar sus activos mediante sensores integrados conectados a través de una red inalámbrica. Con una combinación de software inalámbrico y periféricos físicos, una explotación minera puede experimentar un auge de la productividad y una reducción masiva de los costes operativos totales.
Del mismo modo, la inteligencia artificial y otras tecnologías inteligentes permiten a las empresas vincular las operaciones diarias a objetivos y metas específicos de la empresa. De este modo, hay más ojos en la tarea de supervisar y predecir la realidad de la consecución de estas metas y objetivos, y la rapidez con la que se puede obtener.
A través de las plantas digitales, también se puede reducir el impacto medioambiental de las operaciones mineras de una empresa. La tecnología de IA puede incorporarse a la digitalización de las plantas para minimizar los requisitos energéticos, reducir la huella de carbono y mucho más.
Las minas verdaderamente inteligentes aún no están muy extendidas, pero están al caer. A medida que el coste de estas tecnologías siga disminuyendo y sus ventajas operativas sean cada vez más evidentes, es de esperar que cada vez más minas las adopten. Al mejorar la seguridad, la eficiencia y la sostenibilidad, las minas inteligentes pueden ayudar a las minas a operar de forma más segura, rentable y responsable. Si las minas no quieren correr el riesgo de perderse nada, deben digitalizarse hoy y esperar a cosechar los frutos más adelante.